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Las Provincias:: R. A. | 06.03.14 -
Las letanías y los versos satíricos sobre la actualidad local y nacional pusieron ayer la salsa al entierro más irreverente, el de la Sardina, que puso broche de oro a los días grandes del Carnaval de Alicante, aunque aún queda el Domingo de Piñata.
El cortejo fúnebre partía a las nueve de la plaza de la Montañeta y recorría las calles del Casco Antiguo hasta la plaza del Carmen, donde se produjo la incineración y un concierto de 'Pura Mandanga'.
Tambien se paseó la Cofradía homenaje a Antonimo RuLillo gran músico y no peor carnavalero que se ha pasado al "otro lado".
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