Es el última y única superviviente de las grandes salas cinematográficas que irrumpieron en nuestra ciudad a comienzos del pasado siglo, pero todo apunta que seguirá el mismo camino que otros ilustres coetáneos, como el Capitol y el Monumental. El antiguo edificio del cine Ideal parece condenado a la ruina y a la desaparición. Se borrará de la memoria colectiva de los alicantinos un edificio singular y todo vestigio de una actividad histórica.

Hace unos días fue cubierto por redes, por orden municipal, ante el deterioro que presenta la fachada, que es, prácticamente, lo único que resta del inmueble, ya que el interior fue demolido recientemente por el Grupo di Roma, mercantil que proyectaba rehabilitarlo para destinarlo a sala multiusos. El proyecto, sin embargo, se ha quedado en agua de borrajas. La mercantil aduce que las limitaciones de horario que le impone el Ayuntamiento no garantiza la rentabilidad del negocio, mientras que por parte municipal se subraya que rechaza prolongar el horario hasta las seis de la madrugada «porque no admitimos la actividad de sala de fiestas o discoteca», según señala la concejala de Urbanismo Sonia Castedo.
Uuna vez descartada esta posibilidad, parece que el cine Ideal ha agotado todas sus opciones. es verdad que la propiedad acaba de remitir un escrito al Ayuntamiento en el que solicita que se le informe de los usos a los que se puede destinar el edificio, pero no parece que la intención del escrito sea salvarlo. En cualquier caso, el inmueble del Ideal puede acoger cualquier actividad de ocio, entretenimiento y cultura, salvo las reseñadas de discoteca y sala de fiestas. Además podría habilitarse para otras actividades similares, como centro de congresos.
Sin embargo, lo cierto es que actualmente nadie apuesta por salvar el inmueble y darle una actividad, mientras avanza, a pasos agigantados hacia su ruina total, como lo enfatiza las redes que lo cubren y el patético estado que presenta la fachada. La propiedad y el Ayuntamiento, únicas bazas que le quedan, no parecen estar por la labor de recuperarlo.
Así las cosas, su desaparición parece próxima. Si ello se produce, lo que no se tendría que consentir es que el espacio que ahora ocupa el Ideal se destine a negocio inmobiliario. Sería lamentable que a los culpables de este atentado aún se les premiara.